miércoles, 30 de junio de 2010

Habemus sentencia

Bueno, pues tras cuatro años de acá para allá, parece que el TC ha decidido sobre el famoso Estatut. No voy a entrar a hablar sobre la sentencia,porque por supuesto, no pienso leérmela. Sin embargo creo que sin verla ya podemos decir que supone un absoluto fracaso del Estado de Derecho.
No puedo entender a la Vicepresidenta analizando la sentencia en términos de victoria/derrota del PP en lugar de hacerlo desde un prisma institucional sobre la importancia y las consecuencias de la misma.
No puedo entender a peperos y sociatas dándose o quitándose la razón en términos estadísticos; de n mil palabras han anulado x, o de z artículos han modificado y.Está bien como ejercicio renacentista, tratando de aunar derecho y estadística.
No puedo entender a las hordas andaluzas en Cataluña enarbolando la bandera del enfrentamiento porque están en campaña; como tampoco puedo entender a las horadas nacionalistas porque a esas no las he entendido nunca.
Pero por encima de todo no puedo entender como nos dejamos manipular de esta manera, con unTC tan manejado por el poder político que se olvida de la separación de poderes y tira a la basura un estado de derecho porque no interpreta las normas conforme a la Constitución sino a los dictámenes de ZP y RJ. Y todo por unos cochinos euros señora Casas y compañía. Le harían ustedes un gran favor a este país si empezaran a luchar por su dignidad y su independencia desde una perspectiva exclusivamente jurídica y no pensando en las lentejas.

viernes, 25 de junio de 2010

Reformas

Si, ya lo sé, llevo un tiempo de silencio, pero es que no sé qué decir. No es que no tenga nada que decir, es que estoy anonadado cuando veo nuestras super reformas estructurales. Me encuentro con una reforma laboral que no contenta a sindicatos ni a empresarios. Normal. Si no ha cambiado prácticamente nada. Si lo que había antes no gustaba a unos ni a otros, lo que ha salido es más de lo mismo.
¿Y que decir del jueguecito de me abstengo pero estoy en contra? Una vez más cálculo de votos. La solución a la crisis da igual.¿Quienes somos?¿De donde venimos?¿A donde vamos? Me temo muy mucho que ninguno de nuestros dirigentes tiene la respuesta.Para muestra, un botón.
Ayer, volviendo de Bruselas, me encontré con el Sr.Gabilondo, a la sazón Ministro de Educación. Charlaba animadamente con el Sr.López Aguilar y no tuve otra ocurrencia que pedirle que nos arreglara lo de la educación; que la única manera de salir de la crisis era educar a la gente. (inciso: es que estos días me ha dado por pensar que nuestros gobernantes quieren gente poco educada para poder manejarlos a su antojo; pero no se han dado cuenta de que si la gente estuviera bien educada, ¡se podría razonar con ellos!). En fin, a lo que íbamos. Cuando le hice mi modesta solicitud, el ministro me contestó que lo que hacía falta era que los de hacienda buscaran dinero para la educación. Entonces (je,je, con la iglesia había topado), le dije que andábamos buscando dinero, pero que lo que tenían que hacer era gastarlo bien.
¡Toma esa! Tenían que gastarlo bien. ¿Quienes? Los especuladores, los bancos, los sindicatos, los telespectadores, ¿quienes? ¿Pero no son ellos, los que mandan, los que se gastan nuestros dineros? Si es que así nos va, con ministros que no tienen claro quien gasta, y por tanto tampoco tienen claro en qué se gasta.
P.D. Por cierto, se me ocurrió pedirle que me dejara enseñarle chino a mi hija durante las dos horas de religión. Me miró con una carita de ¿pero qué puedo yo hacer? En fin, creo que tendré que hablar en breve sobre las comunidades autónomas.

martes, 8 de junio de 2010

La vieja europa

Hace algún tiempo se levantó una cierta humareda cuando un alto cargo de la administración Bush habló de nuestro continente con un cierto tono despectivo haciendo mención a la vieja europa, con sus aires rancios.
Hoy, sin embargo, al volver de Paris, ver a la Merkel en las portadas de los diarios, a mis compañeros funcionarios llamando a la huelga como en los inicios del siglo XX me doy cuenta de que ese es nuestro problema: estamos mayores.
Pero estamos mayores como sociedad, con todos los males y los achaques de la edad, pero sin ninguna de las virtudes que adornan la experiencia.
Nuestra Europa está mayor porque nos engañamos creyendo ser los jóvenes que un día gobernaron el mundo y no los ancianos consumistas que dependemos de papá chino y mamá india. Porque nos creemos con derecho a todo porque ya hemos trabajado mucho durante siglos y ahora nos toca que nos cuiden. Porque pensamos que ya no toca trabajar, sino disfrutar de lo cosechado y solazarnos en nuestrodiario hedonismo.
Mas ahí está el problema, que nuestra europa está mayor, pero los europeos que la conformamos somos de todas las edades. Y no somos capaces de arremangarnos y ponernos a trabajar codo con codo porque llevamos muchos años creyéndonos el ombligo del mundo y creando un estado del bienestar que es ficticio. Y es que no es estado del bienestar el que protege a un parado que cobra paro prefier trabajr con dinero negro porque así sigue cobrandolo (porque piensa que tiene derecho). Y es que no es estado de bienestar el que reparte 400 euros sin ton ni son, porque sí, sin preguntar si se necesitan por sus perceptores o no. Y es que no es estado de bienestar el que se gasta el dinero en que se puedan usar cuatro lenguas, cuando todos nos entendemos perfectamente con una. Y es que.... ¡señores, que no hay, que no queda dinero! ¡Que hay que empezar a olvidarse de que yo tengo derecho a... porque no hay con qué pagarlo! ¡ Que en tiempo de bonanza está bien querer pagrnos las frivolidades, pero en tiempos de crisis hay que apretarse el cinturón!
Como le digo a mis hijos cuando piden algo superfluo e innecesario, ¡ que yo quiero un descapotable! Pero ahora no toca.