martes, 19 de julio de 2011

Vacaciones

Bueno pues como los periódicos adelgazan y las radios modifican su programación habitual, creo que es un buen momento para que un tipo normal se tome unas vacaciones. No me borréis de vuestros favoritos porque en septiembre vuelvo y espero seguir aprendiendo con vuestros comentarios.
A ver si al regreso ya conocemos las respuestas a las grandes preguntas del verano: ¿Serán las elecciones en noviembre?¿Planteara Rubalcaba por fin una reforma de la ley electoral?¿Habrá alcanzado el diferencial con el bono alemán los 400 puntos?¿Estaremos quebrados o intervenidos?¿Camps se habrá declarado culpable?¿La deuda de Castilla la Mancha habrá llegado a los diez mil millones?¿suspenderá pagos EEUU?¿Cameron seguirá de primer ministro?¿Y Berlusconi?
Y las incógnitas mas indescifrables: ¿Donde jugara el Kun?¿Habrá podido el atleti ganar algún partido sin el?
Lo dicho, en septiembre lo sabremos y aquí os veo.
Buen verano a todos los que me leéis.

jueves, 14 de julio de 2011

Repetición

Leía hoy un libro en el que Niño Becerra explicaba en egos párrafos la situación económica de los años veinte previa al crash del 29:
...la mala distribución de la renta -el 10% de la población estadounidense controlaba el 50% de la renta total- hacía que la mayor parte del consumo se realizara a base de crédito, un crédito que fue no sólo permitido sino fomentado, al igual que gran parte de las compras de las participaciones de capital que se pusieron a la venta en los mercados. Esta enorme demanda de crédito llevó a que las instituciones bancarias -muchas con una estructura reducida- entraran en competencia a fin de conseguir créditos, muchos de los cuales eran de muy alto riesgo.
A lo anterior se unió -en una situación de práctica ausencia de ahorro- la urgencia de obtener beneficios por parte de las compañías a fin de mejorar sus inversiones en bienes de capital y, por tanto, la valoración que pudieran hacer posibles compradores de sus futuras emisiones de acciones; ello llevó a numerosas compañías a realizar inversiones no planificadas, lo que fue generando estructuras productivas no convenientes y niveles de existencias desmesurados.
Lentamente fue instaurándose una atmósfera de crisis en medio de una situación especulativa desquiciada, donde el comercio internacional y las inversiones exteriores comportaban que las economías mundiales fuesen cada vez más y más interdependientes, y en la que la ciencia económica tenía muy poco que decir, pues las recetas de los economistas clásicos desconocían el funcionamiento de las economías en su conjunto en situaciones de creciente interpenetración.
El desencadenante de la crisis estuvo en el agotamiento de la capacidad de endeudamiento de los consumidores debido a la creciente -y necesaria- demanda de créditos, lo que ocasionó impagos y un brusco descenso en la demanda de nuevos créditos, lo que llevó a un hundimiento del consumo que afectó de lleno a las compañías industriales, que vieron acrecentado el problema al mantener elevados niveles de existencias en sus almacenes debido a las anteriores expectativas de alzas en el consumo.
Las compañías industriales se vieron obligadas a reducir drásticamente la producción o bien paralizarla por completo, lo que generó oleadas de impagos al no poder afrontar ni los pagos a sus proveedores, ni los pagos de los créditos banca-rios. Como consecuencia se produjo el hundimiento en la cotización de sus acciones
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Me ha sonado demasiado familiar.

martes, 12 de julio de 2011

AniversarIo

Hoy, que los mercados nos acosan, nos acordamos del gol de Iniesta. Pequeña evasión, dura realidad. No me apetece hoy hablar de política, enfadarme con el mundo. Por eso hoy os dejo un pedacito de un articulo maravilloso. Porque, como diría el maestro Vargas Llosa, el fútbol es la mas importante de las cosas menos importantes.

[Cuando era niño y conocí el Estadio Azteca, me quedé duro, me aplastó ver al gigante...] Ayer Maradona, hoy Messi. Ayer Butragueño, hoy Iniesta. Pero siempre algo con lo que poder abstraerse, con lo que soñar, con lo que sentir. Fútbol, un refugio de ilusiones fabricadas por nombres, números, fintas, pases y goles que nos traspasan el corazón como meteoritos. Un conjuro de sueños que, hechos pelota, forman lo más profundo de nuestra existencia. Porque quien no conoce de las tristezas del fútbol, no conoce nada de la tristeza; y quien no festejó un campeonato, no sabe nada de la felicidad. Selva, tribu y rito. Eso es fútbol. Una pasión, una droga dura. Una herencia que pasa de niños a mayores, de abuelos rendidos a Pelé, Best y Garrincha, a padres enamorados de Cruyff, Beckenbauer y Maradona, a hijos que se enardecen con Zidane, Ronaldo, Kun y Messi. Recuerdos y glorias que ningún sistema establecido, por muy poderoso que sea, nos podría arrebatar jamás. Ni siquiera en este gran carnaval, donde la industria ha prostituido la imagen de los héroes y la ha deformado a gusto del consumidor (los verdaderos héroes están en los hospitales y en las largas colas del INEM, no en los realitys de televisión), donde uno siente irrefrenables ganas de escuchar una voz interior, tenue pero firme, que nos exige renunciar a formar parte de un gran circo. Uno huérfano de leones, pero con overbooking de payasos.
Rubén Uria

jueves, 7 de julio de 2011

La reina sabia

Hoy he leido un cuento sobre educacion que queria compartir con todos:
Vivió hace muchos años una reina poderosa y sabia obsesionada con mantenerse en el poder. Separada del pueblo por grandes murallas y profundos fosos, cada día daba órdenes a sus leales para que las condiciones de vida de campesinos y trabajadores fuesen aceptables. Desde su palacio, entre lujos y tesoros, clamaba para que ninguno de sus súbditos pasase excesiva hambre o demasiado frío. Insistía a sus hombres de confianza para que sus gentes no padecieran miserias ni sufrieran enfermedades relacionadas con la pobreza. Les organizaba grandes fiestas, los invitaba a vino y bailes. «¡Que sean felices, que se diviertan!», decía. A la reina no le importaba que su gente tuviese de todo... excepto educación. Las órdenes eran tajantes: nada de escuelas, nada de maestros, nada de libros. «Si les damos eso, sabrán tanto como yo. Y entonces se darían cuenta de que no me necesitan», sentenció.
Tambien he leido que en Espana se invierte el 4,3% del PIB en educacion, frente al 5,3 de media en la OCDE. Parece ser que el recorte para el proximo ejercicio presupuestario se acerca a unos 1.800 millones. Progresamos?

miércoles, 6 de julio de 2011

Rating

Oigo en la radio que Europa entera parece tambalearse al son de los tambores de guerra de Moody´s. Esa maravillosa empresa dijo hace unos años que la empresa Lehman Brothers era poco menos que la reencarnación del paraíso en la tierra. Al día siguiente cerró.
Hoy se le ocurre decir algo así como que existen posibilidades de que Portugal no pague sus deudas y poco menos que se hunde el euro, la Unión Europea y el planeta entero en un agujero negro.
Vamos a ver, ¿me puede hacer alguien el favor de explicarme por qué le hacemos caso a unos tipos que fallaron tanto en el asunto de Lehman Brothers? ¿Es que acaso alguien conoce los intereses de esa gente cuando valora unos títulos, bonos, acciones o lo que sea? Si parece ser que el mayor accionista de Moody´s es un señor llamado Warren Buffet, que se dedica a invertir. Pues genial, vendo mis títulos de lo que sea por un pastón, luego digo que eran una cosa malisima y pegan un bajón tremendo, los vuelvo a comprar cuando están tirados de precio y vuelta a empezar.
Humm, sí, sí, parece un sistema muy creíble de valoración.
Por cierto, también calificaron de maravilla lo que un tiempo después se llamaron hipotecas basura. Por Dios, que no le pongan a mi blog un AAA+.

sábado, 2 de julio de 2011

El Debate

Semana de debate. Cronica.:
- Vayase Señor Gonzalez.
- Usted no ha apoyado una sola medida de las que hemos presentado Sr. Aznar.
- Programa, programa. Cambiemos la Ley Electoral.
- Eso hoy no toca Señor Anguita.

Nota del autor. Lamento informarles que por un virus se ha debido colocar en nuestro blog la cronica del debate sobre el Estado de la Nacion de 1995.
Nota del autor (2): O a lo mejor no.